En el mundo exterior no hay color, ni sonido, ni olor. Estas son todas las construcciones del cerebro. En cambio, hay radiación electromagnética, ondas de compresión de aire y moléculas aromáticas que el cerebro interpreta como color, sonido y olor.
En el mundo exterior no hay color, ni sonido, ni olor. Estas son todas las construcciones del cerebro. En cambio, hay radiación electromagnética, ondas de compresión de aire y moléculas aromáticas que el cerebro interpreta como color, sonido y olor.