La violencia familiar y el maltrato le pueden suceder a cualquiera, sin embargo, el problema es que a menudo es normalizado, justificado o negado. Esto es especialmente cierto cuando el abuso es psicológico, más que físico. Darse cuenta y reconocer las señales de que una relación es violenta es el primer paso para terminar con ella. Nadie debe vivir con miedo a la persona que ama.