La intervención en crisis es un proceso que busca influir activamente en el funcionamiento psíquico de una persona durante un periodo de desequilibrio para aliviar el impacto inmediato de los eventos estresantes y ayudar a reactivar las actividades afectadas.
Las crisis emocionales se han incrementado de manera importante, sobre todo aquellas relacionadas con la depresión, el suicidio, la ansiedad y los problemas familiares y/o de pareja.
Señales de alarma
Incapacidad para manejar las situaciones estresantes o los problemas de la vida diaria.
Cansancio y/o agotamiento.
Confusión.
Síntomas físicos (dolor de cabeza, tensión en el cuello, en la espalda, etc.).
Problemas en el trabajo, con la pareja o la familia y/o en las relaciones con los demás.
Llanto constante y sin motivo aparente.
Sensación de estar perdiendo el control.
Pensamientos de muerte.
Fuente: Instituto Jalisciense de Salud Mental.